jueves, 19 de febrero de 2015

EL VERBO HABER

EL VERBO HABER.

Frecuentemente se utiliza el verbo 'haber' en plural: hubieron problemas, habían quejas, han habido críticas... No obstante, estas construcciones son erróneas. Pero, ¿por qué son incorrectas? Debido a que, el verbo 'haber', además de ser verbo auxiliar, es un verbo impersonal; es decir, no posee sujeto. Un verbo impersonal se conjuga en la tercera persona del singular: llovió, anocheció, hay... Así, 'haber' (y los demás impersonales) no llevan sujeto, por lo tanto no concuerdan con ningún otro elemento en la oración. De ahí que sean incorrectos textos como: ¿Cuántos invitados hubieron en tu fiesta?; Habían cien personas; lo correcto sería: ¿Cuántos invitados hubo? y Había cien personas.
El hablante establece una falsa concordancia entre el verbo y el complemento que lo sigue, como si se tratara de un sujeto: Había un niño/ habían dos niños; tal como haríamos si dijéramos: María canta/ María y Eva cantan. La -n final indica la concordancia del verbo con el sujeto de la oración: "María y Eva" y el falso sujeto "dos niños". Asimismo, es incorrecta la conjugación del impersonal 'haber' en la primera persona del plural: Habíamos cuatro gatos en la fiesta, pues, como se ha visto, no hay sujeto con el que concordar: (Nosotros) habíamos cuatro gatos... y, "cuatro gatos" no es sujeto, sino complemento directo (los había). Este uso es producto de la interferencia entre el valor del verbo 'haber' con el de 'estar' o 'ser': estábamos/éramos cuatro gatos... En estos casos, 'haber' adquiere el significado de 'ocurrir' [Hubo ('ocurrió') un accidente]; 'celebrarse, efectuarse' [Habrá ('se celebrará') una fiesta], 'existir' [Hay ('existen') motivos para pensar eso], 'estar presente o encontrarse' [había ('estaban') dos personas allí].
En primer lugar hay que recordar que el verbo haber tiene varios significados. Dos son los principales: tener y algo aproximado a ser, estar, hallar o existir. Con el valor de tener prácticamente no se usa en Castellano, aunque sí en Latín, la lengua madre de nuestro idioma. El segundo significado (ser, estar, hallar o existir), sí es muy usual en nuestro idioma: “Hay mucha gente en la calle” “Mañana habrá una fiesta en el club” “Ella dijo que había dinero en la gaveta”. Si se observa con cuidado, en estos tres ejemplos se percibe claramente el significado de haber, parecido, como ya dije, aunque no exactamente igual, a ser, estar, hallar o existir.
El verbo haber, entendido como ser, estar, hallar o existir, se caracteriza, entre otras cosas, porque es impersonal y transitivo. Impersonal porque se conjuga sin sujeto, y transitivo porque admite complemento directo (la persona, animal o cosa habida). Cuando es impersonal, el verbo haber, cualquiera que sea el tiempo y el modo en que se conjugue, sólo se usa en la 3ª persona del singular, por lo que también se le llama unipersonal. De modo que es impropio, y debe evitarse, conjugarlo en 1ª o 2ª personas y en plural. De ahí que sea un error decir, por ejemplo, habíamos (1ª persona del plural), habemos (1ª pers. del plural), habrán (3ª pers. del plural), hubieron (3ª pers. del plural), etc.
Estas son las formas equivocadas que más se recuerdan como impropias, pero a menudo se olvida, o no se sabe, que todas las demás formas que no sean 3ª pers. del singular son igualmente incorrectas, y por no saberlo u olvidarlo, con mucha frecuencia se incurre en tales errores. A esto contribuye, además, que formas incorrectas como las arriba señaladas suenan mal al oído, mientras que algunas de las otras, igualmente impropias, no siempre chocan al oído, lo cual induce a creer que son válidas.
Presente de indicativo:
“Hay gente afortunada” / “Hay personas con suerte”. En estos ejemplos, lo mismo que en los siguientes, cada oración tiene un complemento directo (la cosa habida), el primero en singular (gente) y el segundo en plural (personas), pero el verbo en ambos casos va en 3ª pers. Del singular. La mayoría de quienes emplean mal el verbo haber, incurren en el error de creer que el verbo debe concordar en número con el complemento directo, como si este fuese el sujeto. Nunca el verbo debe concordar en número con el complemento directo, y menos se debe confundir este complemento con el sujeto. En los verbos impersonales no hay sujeto, mucho menos puede haberlo en las oraciones construidas con dichos verbos.
En el caso de haber, por su carácter impersonal el verbo siempre irá en 3ª pers. del singular, sea que el complemento directo vaya en singular o en plural. Es muy frecuente el error de decir habemos, cuando el que habla se incluye en el grupo que señala: “Habemos gente con suerte”. En tal caso debe emplearse la 3ª persona del singular: “Hay gente con suerte” ; pero si es imprescindible autoincluirse, debemos recurrir a una fórmula equivalente: “Hay personas con suerte, yo incluido” ; “Hay personas con suerte, yo entre ellas” ; “Somos muchas las personas con suerte”, etc.
Pretérito imperfecto de indicativo (Pretérito). “Había una casa en la esquina, pero la tumbaron”. / “Había seis mujeres, / eran cinco muchachas y una vieja arrugada. / Eran diez pechos para los placeres / y dos que no servían para nada” (Andrés Eloy Blanco). En la primera oración el complemento directo (la cosa habida) va en singular (una casa) ; en la segunda es plural (seis mujeres).Pero en ambas el verbo va en 3ª pers. del singular. El error más común en este caso es decir “Habían seis mujeres...”, o también “Habíamos seis personas...”.
En ambas oraciones lo propio es decir “había”, pero, igual que en los ejemplos anteriores, si la persona que habla debe incluirse, hay que emplear una fórmula equivalente: “Había seis personas, incluyéndome yo”, o “yo incluido”, o “yo entre ellas”, etc. Futuro imperfecto de indicativo (Futuro). “Mañana habrá un paseo para la playa” / “En vacaciones habrá muchas fiestas”. Lo mismo que en las anteriores oraciones, en estas otras hay, en la primera un complemento directo en singular (un paseo), y en la segunda en plural (muchas fiestas), pero en ambas el verbo va en 3ª pers. del singular. Este es uno de los casos en que es más frecuente la incorrección, pues mucha gente tiende a decir “En vacaciones habrán muchas fiestas”, lo cual no sólo es impropio, sino que es, además, un grave error de sintaxis, muestra de vulgaridad e ignorancia al hablar o escribir.
Pretérito perfecto de indicativo.
“El domingo hubo un concierto muy importante” / “La semana pasada hubo toros coleados”. Cuando se ignora o se olvida el carácter impersonal del verbo se tiende a decir: “Hubieron fiestas”, “hubieron toros coleados”, “hubieron muchas personas”. Sin embargo, esta es una de las formas en que más énfasis se ha hecho sobre la conjugación impropia de haber, y por eso es menos frecuente.
Condicional de indicativo. “Habría más gente si hubieran hecho más propaganda”. / “Habría cien personas más o menos”. Siguiendo la tendencia viciosa, se tiende a decir “Habrían cien personas...”, olvidando que el verbo debe estar en 3ª pers. del singular: habría. Presente de subjuntivo. “Ojalá haya un lugar para nosotros”. / “Ojalá haya puestos suficientes”. En el segundo ejemplo se tiende a decir, incorrectamente, “Ojalá hayan puestos suficientes”. Pretérito perfecto de subjuntivo. “Si hubiera (o hubiese) una persona dispuesta a hacer el trabajo”. / “Si hubiera (o hubiese) unos cuantos decididos a echarle pichón”. Debe evitarse decir “Si hubieran (o hubiesen) unos cuantos decididos a echarle pichón”. (Debe recordarse que el pretérito imperfecto de subjuntivo tiene dos formas exactamente equivalentes: hubiera o hubiese. Las dos pueden usarse libremente, a gusto del hablante).
Futuro de subjuntivo. “Hubiere más gente si no hubiese sido por la lluvia. / Hubiere muchas personas más, pero no les avisaron”. Igual que en los ejemplos anteriores, se tiende incorrectamente a decir “Hubieren muchas personas más...” . Es conveniente advertir también que mucha gente confunde el pretérito, hubiera o hubiese, con el futuro, hubiere. No es válido decir, por ejemplo, “Si mañana hubiera (o hubiese) poca gente, se suspenderá el acto”, porque se trata de una situación futura, por lo que debe decirse “Si mañana hubiere poca gente...”.
Todos los ejemplos anteriores corresponden a las formas simples del verbo haber. Pero es igual con los tiempos compuestos: “Ha habido una tragedia”. / “Ha habido muchos muertos”. “Había habido gente molesta” / “Había habido muchas protestas”. “Hubo habido un gran descuido”. / “Hubo habido muchos errores” • “Habrá habido mucha alegría” / “Habrá habido muchas celebraciones”. “Ojalá haya habido buen tiempo”. / “Espero que haya habido pocos problemas”. “Si hubiera (o hubiese) habido un solo reclamo...”. / “Hubiera (o hubiese) habido menos disturbios si la policía no hubiera llegado a tiempo”. “Si al llegar hubiere habido mal tiempo decidiremos qué hacer”. / “Si hubiere habido disturbios, ustedes actuarán con mucha prudencia”. Muchas de estas formas compuestas del verbo haber suenan extrañas, porque su uso es muy poco frecuente. Pero todas son válidas.
Cuando haber actúa como auxiliar, para formar los tiempos compuestos de todos los verbos, se conjuga en todos sus tiempos, números y personas, y no sólo en 3ª del singular, como cuando es impersonal. De modo que es válido decir, por ejemplo, “Después de que los señores hubieron salido, llegaron los asaltantes”. Obsérvese que en esta oración no se trata del verbo haber, sino de un tiempo compuesto (pretérito anterior o ante pretérito de indicativo) de salir, en cuya formación el verbo haber es auxiliar. Lo mismo en “Nosotros hemos (o habemos) pagado muy caro nuestros errores”, donde hemos pagado es el pretérito perfecto compuesto (ante presente) de indicativo de pagar, y no de haber, que sólo ha servido de auxiliar para formar dicho tiempo compuesto.
Así mismo, en la oración “Cuando lleguemos, ya ellos habrán comido”, este verbo es 3ª pers. Del plural de futuro perfecto del modo indicativo (ante futuro) de comer. Exactamente igual ocurre con el modo subjuntivo. En la oración “Ojalá que hayan llegado a tiempo”, hayan llegado es 3ª persona del presente de subjuntivo de llegar, y el verbo haber (hayan) actúa sólo como auxiliar para formar el tiempo compuesto. Y en “Si lo hubiéramos (o hubiésemos) sabido, habríamos venido a verte”, tanto hubiéramos o hubiésemos sabido (pretérito pluscuamperfecto o ante pretérito de subjuntivo), como habríamos venido (condicional perfecto o ante pospretérito de indicativo) son tiempos compuestos, en los cuales haber sólo es auxiliar.
Al hacer de auxiliar el verbo haber pierde totalmente su significado propio, y se convierte en un simple instrumento imprescindible para la formación del tiempo compuesto de que se trate. Es de advertir que en el presente de indicativo el verbo haber tiene dos formas para la 3ª pers. del singular: una es ha, y la otra es hay. La primera se usa cuando haber actúa como auxiliar: “Ella no ha comido en todo el día”; “El señor no ha llegado”; “Él lo ha visto en la calle”; “La policía ha venido varias veces”. La forma ha se usa también en frases como “Ha lugar” y “Ha tiempo que no lo veo”. La segunda forma, hay, se emplea cuando el verbo haber es impersonal: “En mi casa hay una fiesta”; “Ya en Margarita no hay cupo en los hoteles para diciembre”; “Siempre hay alguien que mete la pata”. Lo mismo ocurre con la 1ª pers. del plural del presente de indicativo, que también tiene dos formas: hemos y habemos.
En su uso como auxiliar el empleo de ambas formas es indistinto: “Nosotros habemos llegado esta mañana” “Nosotros hemos llegado esta mañana”. Pero la forma habemos ha venido cayendo en desuso, y hoy prácticamente no se emplea, por lo que suena mal o extraña al oído. Sin embargo, no es incorrecta cuando se emplea como auxiliar. Si haber se conjuga como impersonal no se usan habemos ni hemos, en atención a la norma, ya conocida, de que el verbo impersonal haber sólo se conjuga en 3ª pers. del singular: no se dice “habemos muchos”, sino “somos muchos”, o “estamos muchos”, según convenga. O también “hay muchos, incluido yo”, o alguna otra fórmula equivalente. Esta duplicación de formas verbales es producto de una evolución fonética larga y compleja, que se realiza ya en el latín, y se continúa en el proceso de paso del latín al castellano.
En conclusión, el verbo 'haber' como impersonal no admite el plural en ninguno de sus tiempos y aunque su uso sea extendido e inconsciente, contraviene las normas del idioma. Por tanto, aunque en el habla informal y descuidada se puedan pasar por alto estas incorrecciones, en la formal la norma culta debe mantenerse. Esto es, hacer un esfuerzo y preguntarnos si se dice habían o había, hubieron o hubo... y emplear la forma correcta

Caracha Tío Simón

Así quise decirle hasta luego a Tío Simóm cuando se marchó


Caracha Tío Simón

Vivo en cada rincón de la sabana con cada canto
Vivo en cada cuerda de tu fiel compañero el cuatro
En el latir de la patria grande y buena que amó tanto
En cada faena con la tonada de ordeño
Caracha negro, sigue vivo tu sueño
Oiga Tío Simón, este es un hasta luego
Desde lo más profundo de tu querido pueblo
En cada tonada que recorre la sabana
En el cafecito al despuntar la mañana
Como una llovizna fresca que riega los campos
Vivirá por siempre tu tonada y tu canto
Vamos todos juntos abrazados en el amor
Que le impregnó a esta tierra tu hermosa canción.

Larry Freites.

miércoles, 23 de abril de 2014

Nomofobia




¿Revisas tu smartphone cada cinco minutos? ¿Has sentido vibraciones fantasmas? ¿Te llevas tu celular a la
mesa e incluso hasta al baño? Si es así, seguramente perteneces a las millones de personas que padecen "nomofobia".
El término surgió como abreviatura de ?no-mobile-phone-phobia? durante un estudio realizado por la empresa inglesa de investigación demoscópica You Gov, para señalar la ansiedad y angustia que produce el estar sin celular.
Si bien la denominación "fobia" podría ser incorrecta, un estudio conducido por el psicólogo Richard Balding de la Universidad de Worcester en Reino Unido, reveló que, efectivamente, el uso constante de estos aparatos aumenta los niveles de estrés, lo que a su vez incrementa los comportamientos compulsivos como el buscar incesantemente nuevas alertas, mensajes y actualizaciones.
Durante el experimento, se les aplicó un cuestionario y una prueba psicosomática de estrés a 100 participantes, entre ellos estudiantes universitarios y empleados de diversas categorías y ocupaciones. Se confirmó la existencia de un círculo vicioso; si bien las personas adquirían el smartphone para manejar su carga de trabajo, una vez que el aparato extendía virtualmente su vida social, la angustia y el estrés se disparaban.
La inhabilidad de apagar el celular, el tenerlo siempre a la mano, el asegurarse de que nunca se acabe la pila y el miedo a perder la señal son las algunos síntomas de quienes sufren altos niveles de estrés.
En México, existen más de 190 millones de smartphones, el 72% de los usuarios no salen de su casa sin su celular, según un informe realizado por Google, la consultora IPSOS y Mobile Marketing Association.

Fuente: National Geographic en Español.

miércoles, 16 de abril de 2014

¿Existe realmente la muerte? Un científico estadounidense asegura que no es cierto

El científico estadounidense Robert Lanza afirma que tiene pruebas suficientes para confirmar que la vida después de la muerte existe y que de hecho la muerte no existe de la manera en la que la percibimos.

Después de la muerte de su viejo amigo, Albert Einstein dijo: “Ahora Besso se ha ido de este extraño mundo un poco por delante de mí. Eso no significa nada. La gente como nosotros sabe que la distinción entre el pasado, el presente y el futuro es solo una ilusión obstinadamente persistente. Nuevas pruebas continúan sugiriendo que Einstein tenía toda la razón al decir que la muerte no es más que una ilusión”.

“La idea de morir es algo que siempre se nos ha enseñado a aceptar, pero en realidad solo existe en nuestras mentes”
Lanza opina que la respuesta a la pregunta ¿qué hay más allá de la muerte?, sobre la que los filósofos llevan siglos reflexionado radica en la física cuántica, y en la nueva teoría del biocentrismo.

Según el científico, graduado en la Escuela de Medicina de la Universidad Wake Forest (Wake Forest University School of Medicine), en Carolina del Norte, la solución a esa cuestión eterna consiste en la idea de que el concepto de la muerte es simplemente un producto de nuestra conciencia: “Esencialmente, la idea de morir es algo que siempre se nos ha enseñado a aceptar, pero en realidad solo existe en nuestras mentes”.

En este sentido, el profesor afirma que el biocentrismo explica que el universo solo existe gracias a la conciencia de un individuo sobre él mismo. De igual forma sucede con los conceptos de espacio y tiempo, que el describe como “meros instrumentos de la mente”.

“La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo”
Lanza también explica que con esta teoría el concepto de la muerte como la conocemos “no existe en ningún sentido real”, ya que no hay verdaderos límites según los cuales se pueda definir: “Esencialmente, la idea de morir es algo que siempre se nos ha enseñado a aceptar, pero en realidad solo existe en nuestras mentes. Creemos en la muerte porque nos asociamos con nuestro cuerpo y sabemos que los cuerpos físicos mueren”.

En términos de cómo afecta ese concepto a la vida después de la muerte, el profesor explica que, cuando morimos, nuestra vida se convierte en una “flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso” y agrega que “la vida es una aventura que trasciende nuestra forma lineal ordinaria de pensar; сuando morimos, no lo hacemos según una matriz aleatoria, sino según la matriz ineludible de la vida”.

“La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo. La inmortalidad no significa la existencia perpetua en el sistema temporal, sino que se encuentra completamente fuera del tiempo” aseguró Lanza.

martes, 15 de abril de 2014

El combate cuerpo a cuerpo ahora es en la mente 20 claves para entender la guerra psicológica contra Venezuela


Los psicólogos Olivia Suárez y Fernando Giuliani advierten que se quiere sembrar incertidumbre y angustia y dibujar un país que supuestamente se cae a pedazos, a fin de que la gente esté dispuesta a lo que sea con tal de recuperar “el orden”


¿Considera que el país se está cayendo a pedazos? Cree que la culpa de todos los males se concentra en el chavismo y, particularmente, en el Gobierno Nacional? ¿Cuando oye la música que identifica las transmisiones conjuntas de radio y televisión quisiera matar a alguien? ¿Está convencida o convencido de que todo el mundo anda de malhumor porque no aguanta “la crisis”? Posiblemente usted es víctima de la guerra psicológica.
De guerra psicológica han hablado psicólogas y psicólogos bolivarianos. También, el presidente Nicolás Maduro, quien advierte que lo que hay detrás es la intención de derrocar el Gobierno constitucional y dar al traste con la Revolución. Otros sectores que saben que la mente es un campo de batalla han guardado silencio.
Los psicólogos Ovilia Suárez y Fernando Giuliani, integrantes del colectivo Psicólogos por el Socialismo, advierten que efectivamente hay una guerra psicológica contra el pueblo venezolano, que no comenzó este año pero que se agudizó a partir de la desaparición física del comandante Hugo Chávez. El blanco del presente, alertan, es el pueblo bolivariano para crear en él desánimo y desaliento, pero sin dejar de lado a la población que no acompaña el proceso socialista. El Correo del Orinoco ofrece 20 claves para entender qué sucede.

1) ¿Qué es la guerra psicológica?

 R. “Una guerra psicológica no es lo mismo que una guerra militar. Pero cuando decimos guerra es porque tiene un objetivo de ataque a un blanco. Esto hay que diferenciarlo, de una vez, de lo que sería una confrontación política de alta intensidad”, explica Giuliani. “La guerra tiene como elemento exclusivo atacar a un blanco, que en este caso son muchas cosas”.
Otro elemento que la caracteriza es que está planificada; es decir, “son estrategias que tienen un objetivo y están planificadas”; hay gente detrás que desarrolla “todo un conjunto de recursos, estudiando la situación, movilizando un conjunto de recursos” hacia ese objetivo.

El psicólogo añade que esta forma de guerra apunta a la mente: “El escenario es la mente, y vamos a entender por mente muchas cosas: es la mente individual, pero también podríamos llamar la mente colectiva, las representaciones sociales, las actitudes, las relaciones sociales en todo los imaginarios, las emociones, los pensamientos”.
El analista sostiene que hay evidencias muy claras de la guerra psicológica en Venezuela; por ejemplo, “es evidente un manejo planificado del rumor, planificado. Es evidente un manejo planificado de un tipo de información claramente apuntando hacia objetivos muy concretos”.
Los medios de comunicación “son instrumentos evidentes de esto”, y basta la revisión de titulares de periódicos y de programas de televisión para ver “que empiezan a aparecer patrones”. Todos dicen lo mismo, con un objetivo fundamental: “generar inseguridad psíquica; generar incertidumbre, generar estados de alerta que no se corresponden con la realidad”. El psicólogo pone el ejemplo de la influenza AH1N1: “hubo, por lo menos, tres semanas en las que permanentemente los grandes titulares de los periódicos tradicionales hablaban de eso; siempre hablaban de eso. La radio hablaba de eso y la televisión hablaba de eso. El desabastecimiento: todos los días se comienza a hablar del desabastecimiento”.

2) ¿En qué se diferencia un hecho real de la guerra psicológica?

R. Hay características muy concretas, refiere Giuliani. Quienes dibujan un país en ruinas “nunca terminan de decidir, de demostrar fehacientemente lo que ellos están diciendo”. Retoma el ejemplo de la influenza AH1N1, porque se presentó ante el país como si hubiese sido una epidemia terrible pero poco se informó acerca de las acciones del Gobierno para atacarla.
“Los medios subrayan y destacan lo negativo, lo peor que puede ocurrir. La duda es siempre hacia lo peor. Y siempre te generan la sensación que no se está haciendo nada al respecto y de que la cosa se va a poner peor”. Son “medias verdades”, que se basan en cosas “que efectivamente pasan”, como la corrupción y la inseguridad.

3) ¿Cuál es el rol de rumor en esta estrategia?

R. Ovilia Suárez agrega que el instrumento perfecto para la difusión de estas supuestas informaciones es el rumor. “Y el rumor siempre parte de una acción, de un cuento, de una referencia que es real. Es real entre comillas; es decir, parte de un referencial que te permite creer que es real, bien sea porque tu lo viviste o porque tu vecina lo acaba de ver, o porque tu cuñado estaba allí cuando pasó. Siempre te lo van a contar como que si algo de tu realidad estuvo presente. Es decir, no es que me lo dijo cualquiera; es que estaba allí mi amigo, mi tío, mi sobrino”.
Al ser “creíble” cualquiera lo transmite, porque  “partes de la buena fe, partes de que es algo que está pasando. ¿Qué ocurre con el rumor actualmente? Que están todos los medios y redes sociales que lo transmiten masiva e inmediatamente”. Es decir, “ya no es un rumor que me dijo Fernando, sino que pasó por Twitter a 2 millones de personas simultáneamente”.

4) ¿Qué hacen los medios de comunicación?

R. Los medios, subraya Suárez, “son los nuevos ejércitos de su nueva guerra. Es decir, ya no son hombres que van a combatir cuerpo a cuerpo, hombre con hombre, mujer con mujer; no van a utilizar ni aviones ni tanques ni ametralladoras. Utilizan los medios de comunicación, las telecomunicaciones, las redes sociales como parte de una planificación. “Son grupos que lanzan rumores y grupos que crean situaciones, que refuerzan la posibilidad de que sea veraz”, acota. “Vas a ver siempre, entonces, en un supermercado, en un banco, en el Metro, en un carrito por puesto, gente que comienza a contarte una historia que puede ser fuera del contexto, especialmente sobre algo emocional”.
A ambos psicólogos les parece que no es producto del azar que haya grupos que, en diversas zonas del país, hablen sobre los mismos temas. “Llama la atención la similitud de los cuentos en diferentes escenarios”, así como también “cómo se argumenta, cómo se empieza por una cosa y se termina en el punto álgido del momento; en el caso de los supermercados, en no encontrar una cosa”, señala Giuliani. Hay otros sectores que, sin saberlo, se convierten en cómplices de eso. “Y siempre hay alguien grabando lo que pasa allí, que sale en Youtube o en Internet; es decir, son situaciones que van a reforzar principalmente la emocionalidad que está sembrándose dentro de la guerra psicológica”.
El modelo comunicacional con el que se trabaja es el de la incertidumbre, sentencia Suárez. “Es decir, tiran una noticia y no importa si es verdad o mentira. Tampoco importa quién la lanzó, porque lo importante es que te genera dudas, y la duda está asociada con que no sabes qué va a pasar”.

5) ¿Qué se busca?

 R. Esa incertidumbre que generan “destapa otras emociones como la angustia, como el miedo, como el pánico, como la rabia”, enumera Suárez. Son sentimientos negativos “que por un lado son más difíciles de eliminar, de combatir, y que por otro son de mucha mayor fuerza que los positivos. Entonces, al crear sentimientos negativos de tal intensidad, la gente está en un momento a punto de la desesperación o desesperada”
Al llevar a la población a ese estado “la gente está dispuesta a buscar cualquier cosa que le permita salir de la situación”, lo que lleva a las personas a la confrontación y a emprender cualquier acción -violenta inclusive- para salir del “gran caos”.
La psicóloga agrega que ese casos tiene algo de cierto en lo individual, porque “emocionalmente estás desestructurado”, pero en la vida social no es cierta esa desestructuración.

6) ¿Se acentuó la guerra con la muerte del comandante Hugo Chávez?

R. “Totalmente”, responde Giuliani. No obstante, el experto remite a la campaña contra el comandante Hugo Chávez, que comenzó mucho antes de que asumiera la Primera Magistratura. Muestra de ello es el audio trucado en el que supuestamente el Comandante amenazaba con freírles las cabezas a los adecos, difundido en 1988, que posteriormente se descubrió que era un montaje. El psicólogo identifica la persistencia de los grupos de poder en mantener “esa desinformación permanente”, y estima que eso “hizo su trabajo”. Alimentó, además, “el temor ancestral que se le tuvo aquí a la izquierda toda la vida, aquí y en toda Latinoamérica”. Los sentimientos que se atizan “no te predisponen al encuentro ni al diálogo”.
El psicólogo aclara que es sano sentir miedo, pero alerta que, cuando te lo manipulan de manera prolongada, hay un gran peligro. “¿Por qué son peligrosos? Porque son sentimientos y pensamientos que tienen un alto contenido irracional. No es porque sea producto de un loco; lo que pasa es que nosotros tenemos miedos, y los miedos no son tan fáciles de identificar. Le tenemos miedo a cosas difusas, ante lo cual el razonamiento sereno, ponderado, tiene que actuar durante mucho tiempo para poder contrarrestar”, reflexionó.
Uno de los problemas que identifica es que buena parte de la población no cree que esto existe, y mucho menos, que hay gente organizada para preparar esas condiciones.


7) ¿Cuáles son los blancos de la guerra?

R. El blanco primordial, en este momento, es el chavismo, alerta Giuliani. “La muerte del comandante Chávez le abrió a la vanguardia de esa oposición derechista, más todos sus grupos aliados, la oportunidad de dividir el chavismo”. ¿Qué hace la guerra psicológica contra el chavismo? “Genera inseguridad. Inseguridad ¿respecto a qué? De la intencionalidad de los distintos líderes, sobre todo del presidente Maduro; el sentido de la unión que tiene el proyecto chavista, el temor de que muerto Chávez esto se acabó, porque ese fue el discurso que siempre tenían los opositores”.
Para ello “se están apoyando en una cosa que es verdad, que es el impacto psicológico y afectivo fuerte que ocasionó la muerte del Comandante” y el duelo posterior. La pregunta lógica de cómo darle continuidad a la Revolución “te abre una vulnerabilidad que te hace pensar en cosas que seguramente tu no hubieras pensado”.

–¿Por ejemplo?

–La guerra psicológica te hace pensar en que esto puede terminarse, te hace pensar en si podrá Maduro con la Presidencia de la República. Por ejemplo, te puede llevar a preguntarte: “¿Él sabrá gobernar como gobernaba mi Presidente Chávez? ¿Él sabrá lidiar con los problemas que tiene el país?”.

8) ¿Es solamente el pueblo chavista el objetivo?

“El blanco fundamental es el chavismo, pero no el único. Y ¿qué quieren generar ahí? Es la división a partir del temor, a partir de la inseguridad desde el punto de vista mental. Pero sigue siendo un blanco importante el resto de la gente que no apoya el proyecto bolivariano”, puntualiza Giuliani.
Hacia el sector que no comparte la Revolución la estrategia se dirige a intentar cohesionar a la gente en torno a lo mismo: Hacerle creer que el chavismo “es lo peor que le ha pasado al país, que es lo más corrupto, que son ineptos, que es una gente inescrupulosa y capaz de hacer absolutamente cualquier cosa”. Tal como lo subraya Giuliani, “están realmente y lamentablemente convencidos de que efectivamente esto no sirve absolutamente para nada; estos rumores y el discurso persistente siempre apuntan “a lo inepto que es el chavismo; lo inescrupuloso que es el chavismo, lo corrupto que es el chavismo, y cuando digo chavismo esta guerra psicológica lo plantea de manera tal que no hay excepciones”.
A estos sectores les cierran la posibilidad de pensar que hay gente honesta y capaz en el chavismo, y que el Gobierno está haciendo algo bueno, sentencia el psicólogo. “Y, ¿cómo lo logran? Primero, por la persistencia, porque han mantenido 14 años ese discurso; y segundo, por el bombardeo permanente, que no te da oportunidad de reflexionar”.

9) ¿Cuáles son los sectores más vulnerables?

R. En estos momentos “los ataques van a todas las poblaciones, con distintos tipos de municiones y mensajes”, expresa Suárez.
Con las y los jóvenes se insiste en que no tienen futuro, que deben irse del país. “Hay una matriz sistemática, que es la de la fuga de cerebros para que la juventud sienta que estudie lo que estudie no tiene esperanza ni futuro en Venezuela”, comenta. Eso no solo afecta a las y los jóvenes, sino a las familias, porque entran en juego el desarraigo y los vínculos emocionales, así como el temor “de que esos vínculos se rompan”.
Con las mujeres se quiere sembrar la idea de que no pueden garantizar la alimentación de su hogar, que no son libres de comprar lo que quieren. “Tiene que ver con el rol de las amas de casa que no consiguen, que no pueden sustentarse; que no pueden tener la libertad de hacer lo que realmente quieren hacer”.
Con las adultas y los adultos mayores la estrategia es crear el pánico de que pueden morir, por ejemplo, porque no van a tener sus medicinas a tiempo en los próximos meses.
“Están manejando los temores más importantes de cada uno de los sectores”, manifiesta. “En las adultas y los adultos mayores es el riesgo a morir; en los jóvenes, el riesgo al futuro; en la ama de casa, el no tener el control ni la posibilidad de dar, de compartir, de pertenecer, de agrupar, de tener lo que tienes que tener”. La fractura de la convivencia familiar, en consecuencia, afecta a las niñas y a los niños.

10) ¿La historia acerca de la partida de nacimiento del presidente Maduro forma parte de esto?

R. La historia acerca de la partida de nacimiento del Jefe del Estado es un buen ejemplo, apunta Giuliani. “Dicen que el Presidente es colombiano, pero no tienen cómo demostrarlo. ¿Qué quieren generar con eso? En la población en general ellos quieren generar la duda. Si lo analizas fríamente eso no resiste el menor análisis, porque cuando el Presidente fue a inscribir su candidatura al Consejo Nacional Electoral él tuvo que llevar su partida de nacimiento. Pero eso no hay tiempo de reflexionarlo porque la gente recibe esa información, y el cerebro y los dispositivos sociales tienen una particularidad: tienden a completar la información que no está completa. Todos lo hacemos”.
El analista recurre al cuento del teléfono para ejemplificar lo que sucede: cómo, del cuento de una vecina que supuestamente llegó tarde a su apartamento, se llega a la historia de la vecina que estaba con otro hombre y tuvo un lío en la entrada de su vivienda. “Como persona lo empiezo a completar, pero siempre lo completo en la vía donde tuvo el origen; si el rumor viene con algo negativo, yo lo vuelvo cada vez más negativo. Y luego, se le suma, a la naturaleza del cerebro, una particularidad que tienen los circuitos sociales, que le llamamos la ‘presión a la inferencia’; tu estás en una cola y a lo mejor no tienes ganas de hablar, pero si la gente empieza a hablar, entonces hablas y también le agregas; luego vas a un bautizo, y todo el mundo empezó a hablar y dice que hay un problema con el abastecimiento, y que dos mujeres se pelearon por una harina de maíz”.
El rumor, reporta, “empieza a tener vida propia”, aunque carezca de fundamentos. El 14 de abril, al término de las elecciones presidenciales, el candidato opositor, Henrique Capriles, dijo tener otros números, recuerda Giuliani. “Más nunca se volvió a hablar de eso, pero decir algo así tuvo un gran poder, porque fue hablarle a un pueblo crispado que venía además con la idea de que el CNE no servía”. Poco importa si Capriles tiene o no cómo probar lo que dijo; echó a correr la idea y nunca lo desmintió.



11) ¿Los rumores son sometidos a la prueba de la realidad?

R. No. “Nunca estos medios, estos voceros y estos rumores son sometidos a la prueba de la realidad”, que es la contrastación entre lo que se dice y lo que sucede en los hechos, lamenta Giuliani. Precisa también que no es solo una guerra “muy bien planificada”, sino “una franca manipulación y una mentira burda”. Así “es muy fácil si yo digo: ‘yo tengo otros resultados’, como hizo Capriles, cuando realmente no los tengo. Y total, nadie me va a pedir cuentas de eso, y yo ya lo dije”.
El caldo de cultivo se va preparando desde meses y años antes. “Si lo siembras hoy y empiezas hoy nadie te lo va a creer, pero dentro de un año de preparación sistemática del terreno vas a creer cualquier cosa”, dictamina Suárez.

12) ¿Qué se busca crear contra el Mandatario Nacional?

R. Los responsables de esa guerra psicológica “no solamente tienen que dividir o hacer creer que hay divisiones internas en el chavismo, sino bajar la credibilidad en el liderazgo de la Revolución” y en el propio proceso, analiza Suárez. Por ello al presidente Maduro lo intentan presentar como “mentiroso”, para que la gente no crea en lo que él plantea. “Todo aquello que apunta a que lo que diga el Presidente es mentira, lo van a hacer psicológicamente”. Hay estrategias para ello, añade: por ejemplo, tal vez no se dice nada sobre la inseguridad, pero si el Jefe del Estado habla hoy sobre el tema, mañana “los medios de comunicación reseñan los actos más violentos, más horrendos y más espantosos que te puedas imaginar”.
Una cosa es la realidad, y otra es la percepción de la realidad, argumentan

–¿Cuál es la percepción en este momento, en este contexto?

-Cuando tu vas hacia la percepción de la realidad es para crear, justamente, la ilusión del caos; la certeza de que hay un caos.

-¿Cuál es la percepción del país en este momento? ¿Caótica?

-Caótica. Es decir, aquí ahorita -según esa percepción- hay desabastecimiento, hay ineficiencia, hay descontrol. Y todo aquello que te genere el descontrol lo van a estimular.

–¿Hay una destrucción planificada de la imagen del Presidente?

-Claro.
La hubo, abiertamente, contra Chávez, describen los psicólogos. Al líder bolivariano lo sometieron a la muerte moral y han usado su imagen para cualquier manipulación; prueba de ello es la grabación que circuló hace algunas semanas con una falsificación de su voz.
Ahora, los que están detrás de la guerra psicológica toman lo que dice el Mandatario para descalificarlo inmediatamente. Por ejemplo, “si crea Corpomiranda para poder paliar todos los problemas de Miranda, al día siguiente hay un titular: ‘Eso va a ser la misma ineficiencia, la misma burocracia, un medio de corrupción’. Es una reacción inmediata para que la gente asuma que lo que haga el Presidente siempre será un fracaso”.
El denostar del líder permanentemente pretende, también, que el pueblo chavista no se aglutine en torno a su liderazgo; es por ello que se le atribuye todo lo malo.

13) ¿Qué rol cumple el uso de símbolos del chavismo por parte del antichavismo?

R. Uno de los objetivos es aumentar la confusión, enfatizan los psicólogos. Se quiere hacer creer que, ante la supuesta incertidumbre del chavismo, existe la certeza de que la oposición tiene algo mejor que ofrecer.
También, con el robo de algunos símbolos, como la gorra tricolor, “están queriendo robar o queriéndose apropiar de concepciones” que unieron a las grandes mayorías, como la patria, la independencia, los valores, la cultura. “Cuando esos sectores se empiezan a apropiar o quieren apropiarse de algunas cosas, vuelven a desunir”. Los que dirigen la guerra “juegan mucho con el marketing que apunta al descrédito, a la descalificación de los líderes bolivarianos, y por otro lado al posicionamiento de los liderazgos del antichavismo”.
De acuerdo con Giuliani, “han jugado a apropiarse de algunos conceptos del bolivarianismo, del chavismo, del socialismo, de la izquierda, para ir atrapando y confundiendo a algunos sectores”.


–¿A sectores dentro del chavismo, ¿no?

-Sectores dentro del chavismo, sectores que son indecisos.

14) ¿En qué se hace evidente el caos que intentan sembrar en la mente de la gente?

R. “En el tipo de conversación que la gente sostiene; en las conversaciones cotidianas entre las personas”, revela Giuliani. “Las conversaciones están plagadas de este tipo de problemas que van junto con interpretaciones. Es decir, la gente no solamente dice: ‘tenemos problemas de desabastecimiento’, sino ‘tenemos problemas de desabastecimiento porque tal y tal y tal. Ahí lo ves, evidentemente”. El psicólogo explica que, además, esto va acompañado de verbalizaciones irracionales, sin un análisis certero de lo que las personas viven realmente. Otro ejemplo: “Vas todos los días a cualquier lugar y te atienden con cariño, pero un día te atendió una persona mal en uno de esos espacios y la cosa se convierte en que ‘todo el mundo está angustiado, todo el mundo tiene rabia’, aunque no sea cierto”.
Se fundamenta, también, en “la visión muy parcelada que tuvo por mucho tiempo la gente de clase media, que se ha negado sistemáticamente a reconocer que hay otros espacios del país y siente que el mundo puede estar muy circunscrito” a su entorno; en ese entorno no caben las personas que piensen diferente.
El psicólogo, en su análisis, no deja de lado los prejuicios. “Si eres una persona que siempre has pensado que los pobres son indolentes, que los pobres son indisciplinados, que los pobres hay que arrearlos, que a los pobres cualquiera los encanta porque no les da la cabeza”, y la matriz de opinión contra la Revolución sostiene que Chávez es “un encantador de serpientes”, seguramente lo vas a creer. “En tu cabeza, en consecuencia, no cabe el concepto de un pueblo organizado”.

15) ¿Cuáles son las armas que utiliza la guerra psicológica?

R. Giuliani cita un modelo en psicología social, “que tiene que ver con la influencia social” y que remarca “lo que debes hacer para influir cuando tienes una opción que no es la mayoritaria”. Cita varios elementos: “Tienes que ser insistente y persistente; tienes que estar todo el tiempo diciendo lo mismo; tienes que ser consistente con lo que dices y tienes que ser resistente frente a la prueba de la realidad; es decir, si te emplazan a que des prueba de eso, descaradamente cambias el tema y sigues hablando. Eso se llama la resistencia psicológica, o lo que en términos coloquiales alguien definiría como “un tipo muy descarado”.
¿Cuál es el efecto que causa? “Esas tres cosas combinadas te abren una brecha de dudas” por las que puede penetrar todo lo demás, alerta.
Este modelo no es malo per se. El psicólogo señala que se puede usar para cambiar la visión de la población sobre el trasplante de órganos, por ejemplo, a fin de aumentar la donación y ayudar a salvar vidas.

16) ¿En qué momento la guerra psicológica se convierte en una guerra física?

R. La vanguardia del antichavismo pretende que así sea, advierte Fernando Giuliani, quien cita lo ocurrido el 11 de abril de 2002 en Puente Llaguno, con una masacre montada para intentar justificar el golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez, y suma la marcha convocada por el antichavismo para el 17 de abril de este año al Consejo Nacional Electoral. Esa movilización, prohibida por el Mandatario Nacional, pudo haber concluido en un enfrentamiento de pueblo contra pueblo: “Lo que se estaba buscando ahí es que se produjera una confrontación”, pero afortunadamente el Jefe del Estado impidió que la protesta se efectuara.
“Basta con que haya una confrontación aquí” para promover la ocupación del país por parte de fuerzas externas, argumenta. Recuerda lo sucedido en Chile en 1973, cuando la dirigencia de la Fuerza Armada decidió dar un golpe de Estado contra el Gobierno constitucional para poner fin al supuesto caos creado por la derecha. “En Chile generaron una necesidad de cambio” que quieren replicar en Venezuela, remarcó.

17) ¿Cuál es el objetivo final de la guerra psicológica?

R. Sembrar en la población la “necesidad del cambio”, y que la mayoría de las personas piensen que cualquier cosa es mejor que “el desorden” en el que supuestamente viven. De allí al derrocamiento del Gobierno Nacional habría un paso, según lo piensan sus promotores.
Se espera “volver a una normalidad que no es real: es la normalidad de los valores de la burguesía, es la normalidad de los valores y la naturalidad del sistema capitalista o del imperialista”, acusa Suárez.

18) ¿La guerra psicológica es infalible?

R. No, responde Giuliani. Hay mucha gente, especialmente en el chavismo, que “poco a poco va recuperando una capacidad de lectura crítica, y eso no hay que subestimarlo”, porque la guerra psicológica “no es infalible”.
El psicólogo rememora que entre 2001 y 2002 el pueblo fue sometido a una gran presión por parte de estos sectores, que incluyó la resurrección de la operación Peter Pan (el “régimen” se apropiaría de hijas e hijos y las familias debían sacarlos al exterior). Suárez apunta que en algunas zonas de Caracas se llegó al punto -entre los años 2002 y 2005- de tener aceite caliente para lanzarlo contra “los chavistas”, así como hielo listo en la congeladora con el mismo fin. “La crisis fue muy fuerte desde el punto de vista emocional y el pueblo resistió con una lectura crítica, y claro, teniendo claro hacia dónde iba”.
Por ello, “si hay un pueblo que ha dado ejemplo en el mundo de resistencia frente a la guerra psicológica y los medios es el venezolano”, reivindica Giuliani, porque cuando Chávez nació como candidato no tuvo prensa a su favor: “Fue sometido a la campaña más loca y feroz que hubo en la historia de nuestras elecciones, y ganó”.

19) ¿Cuál es el antídoto contra la guerra psicológica?

R. La conciencia política del pueblo ha crecido mucho, aseveran los expertos. “Ha habido una historia muy reciente y muy cercana, con unos criterios de identificación plena con un líder” que permite poner en duda lo que sostienen los medios de comunicación y la campaña de la derecha.
No obstante, afirmó Suárez, la vulnerabilidad aumenta cuando la población no tiene, si cabe el término, las “antenas” preparadas para captar que hay algo irregular, como sucede con las historias de las telenovelas. “En la novela no te van a manejar noticias directas, sino símbolos imaginarios. Es decir, si en todas las novelas o en todas las series que nosotros vemos comienza a manejarse el miedo, comienza a manejarse la incertidumbre, la desesperación, la injusticia, te quedas con esa emoción” que conectas cuando vas a un supermercado y falta la leche, describe.

20) ¿Cómo pueden las personas protegerse de la guerra psicológica?

R. “La herramienta primordial para las personas protegerse es la organización”, responden al unísono. Ello implica, entre otras acciones, “la creación de las brigadas antirumores, que te permitan constatar la veracidad de la información”, proponen.
El Estado debe garantizar información veraz de manera sistemática, destacan, porque de lo contrario se imponen las mentiras. En este sentido también consideran importante sancionar a quienes hayan generado caos con las supuestas “informaciones”.
Para Giuliani y Suárez es fundamental que haya “una altísima cohesión dentro de todo el pueblo chavista organizado, porque ese es el blanco primordial al que están apuntando”. Ambos insisten en que cada quien puede continuar con su pensamiento e ideología si así lo estima pertinente, pero remarcan que no por ser de oposición se debe perder el sentido crítico ante la realidad.

( F uente: Correo del Orinoco).
T/ Vanessa Davies
F/ Héctor Lozano
I/ Vargas

lunes, 14 de abril de 2014

Caminante no hay camino


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.




 
Antonio Machado

Un canto para Bolívar


PADRE nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura,
el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar,
el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar,
la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios,
tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.

Tu pequeño cadáver de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos entre la nieve
y el austral pescador saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.

De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos?
Roja será la rosa que recuerde tu paso.
Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?
Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto?
Es roja la semilla de tu corazón vivo.

Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti.
Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella,
y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.
Y otra mano que tú no conociste entonces
viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya:
de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire, de los muertos de España
llega esta mano roja que es hija de la tuya.

Capitán, combatiente, donde una boca
grita libertad, donde un oído escucha,
donde un soldado rojo rompe una frente parda,
donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,
Bolívar, capitán, se divisa tu rostro.
Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.
Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.
Los malvados atacan tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz está el hijo del hombre.

Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra,
el laurel y la luz de tu ejército rojo
a través de la noche de América con tu mirada mira.
Tus ojos que vigilan más allá de los mares,
más allá de los pueblos oprimidos y heridos,
más allá de las negras ciudades incendiadas,
tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:
tu ejército defiende las banderas sagradas:
la Libertad sacude las campanas sangrientas,
y un sonido terrible de dolores precede
la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos.
La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,
de nuestra joven sangre venida de tu sangre
saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos.

Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".
Pablo Neruda