El creer en la posibilidad de una plenitud sexual es el principio de una relación satisfactoria. Para llegar a los niveles más altos, existen técnicas y zonas que pueden ser descubiertas con un poco de atención y estudio
La sensación subjetiva de orgasmo está centrada -en la región pélvica- en el pene, en la próstata y en las vesículas seminales en los hombres y en el clítoris, en la vagina y el útero de las mujeres. Sin duda alguna, un tema muy controversial el de intentar descubrir ese camino del orgasmo, debido a que hay quienes piensan que si el orgasmo es clitorídeo, vaginal o cerebral, y cuál es su función biológica. A menudo se suele oir la pregunta de quien depende el orgasmo femenino: unos afirman que del hombre y otros que de la misma mujer. ¿Qué es el orgasmo? ¿Cómo descubrirlo por completo? Infinidad de autores se han expresado al respecto, muchas investigaciones científicas, además de quienes lo sienten, lo descubren lo viven, están quienes no lo conocen y quienes desean alcanzarlo y desarrollar a plenitud sus vidas.
Tomando en cuenta lo planteado por del Dr. A. Kinsey es: “como la descarga expulsiva de tensiones neuromusculares en el apogeo de las respuestas sexuales”. William Masters y la trabajadora social Virginia Johnson diferenciaron 4 fases de respuesta a la estimulación sexual humana: excitación, meseta, orgasmo y resolución. El Orgasmo en sí es el deseo más profundo que mujeres y hombres buscan desde que se transforman en seres sexualmente activos. El orgasmo es la penúltima fase del ciclo de la respuesta sexual, consistente en un breve episodio de liberación física que sucede al aumento previo de la tensión muscular, de la congestión sanguínea pélvica y de la sensación corporal de excitación con percepción subjetiva de este clímax. Esta liberación energética se evidencia por descargas musculares rítmicas a nivel genital y perineal, aunque también comprometen en su sensación al resto del cuerpo. Estas contracciones son sumamente placenteras para ambos sexos y producen una sensación de alivio y relajación.
Sacando a relucir lo expuesto por Shere Hite, quien coloco sobre el tapete numerosos datos sobre el orgasmo de 3.000 mujeres entre 14 y 70 años, donde se manifestó diferencias y similitudes, en el plano de detalles, y formas de alcanzarlo. “Primero siento un hormigueo en diversas partes del cuerpo, experimentando una rara impresión. Luego, en diferentes momentos, surge la sensación de un orgasmo, pero solo por una fracción de segundo. El orgasmo se centra en mi clítoris, produciendo unas ondas en dirección a la vagina, y termina tras un periodo de tiempo… es una sensación de calor en todo mi cuerpo.”
Antes del orgasmo, sube la concentración de la sangre en los genitales hasta un máximo, y durante el clímax se dan contracciones de los músculos de esta zona del cuerpo, en la cual se descarga la tensión sexual. Después tiene lugar una relajación de la región genital y en muchos casos, de todo el cuerpo. En el caso del hombre, en general se da la eyaculación durante el orgasmo. El orgasmo es una experiencia de corta duración, de no más de diez o doce segundos, con una intensidad difícil de explicar en palabras. El orgasmo femenino forma parte del ciclo de respuesta sexual de la hembra y el varón y el comienzo fisiológico del mismo se caracteriza por contracciones involuntarias, simultáneas y rítmicas desde la plataforma orgásmica en el tercio externo de la vagina, en el útero y del esfínter anal.
Las primeras contracciones son intensas y muy seguidas con intervalos de 0,8 segundos. Mientras prosigue el orgasmo, las contracciones disminuyen de intensidad y duración. Así cada mujer lo va expresar de manera personal y se puede escuchar decir que el orgasmo es “el éxtasis”, “llegar a la cima”, “sentirse en las nubes”, “pierdo el control de mi cuerpo”. El orgasmo es uno solo y se puede lograr por coito orogenital (estimulación oral), coito vaginal, coito anal o estimulación de zonas erógenas del cuerpo, a través del auto ejercicio de la función sexual mejor conocido como la masturbación o el ejercicio de la función sexual.
Existe una diferencia entre la respuesta sexual del hombre y de la mujer. Por lo general las mujeres tienen aptitud multiorgásmica, es decir, la posibilidad de alcanzar uno o más orgasmos sucesivos en un breve tiempo. El estado multiorgásmico depende de la estimulación sexual continuada y afectiva, como del interés sexual.
Aparte de las reacciones corporales, el orgasmo se hace notar por una sensación que casi siempre es sentida como placentera. Algunas culturas dividen los orgasmos en niveles que llegan hasta un estado de éxtasis que perdura por un largo periodo de tiempo y puede ser alcanzado por ciertas prácticas sexuales y prácticas de meditación. Algunos autores se refieren que cada mujer desarrolla su patrón y este puede ser:
Monoorgásmico: cuando se logra un solo orgasmo.
Poliorgásmico: se caracteriza por una fase de excitación de intensidad gradual, la cual se estabiliza logrando de 2 a 6 orgasmos-
Multiorgásmica: va acompañada de una fase de excitación intensa y rápida, seguida por una fase de meseta de intensidad mantenida y corta, y luego por un periodo de numerosos orgasmos de diversas intensidades, para finalizar con un descenso progresivo.
Es sumamente importante hacer referencia a esos cambios fisiológicos que se generan en la mujer justo en el momento del orgasmo: los músculos se tensan y aumenta el ritmo de las palpitaciones y de la presión sanguínea, los pezones se erizan, el clítoris, se pone erecto y se tensa bajo su capuchón, por la vaso congestión de la zona, Los labios mayores y menores se agrandan y aumenta la lubricación. La vagina sigue ensanchándose y alargándose y los pechos se congestionan ligeramente. La musculatura, incluido el esfínter anal, sigue tensándose y luego se contrae, a veces con espasmos. Existe un rubor sexual, si está presente, alcanza su máximo color y expansión.
En el año 2004, una encuesta alemana reveló que la mayoría de las mujeres no distinguían orgasmos "clitorales" de orgasmos "vaginales", solamente mencionaban diferencias respecto al tipo de estimulación, pero no respecto a la vivencia del orgasmo. Esto va conforme con estudios recientes que todos los orgasmos son producidos por el clítoris. Un estudio publicado el 11 de junio de 2005 en el magazín New Scientist reveló que probablemente la capacidad de alcanzar orgasmos femenina es influenciada por los genes. Las encuestadas habían sido mellizas, y se encontró una importante correlación en las parejas de hermanas respecto a su capacidad de alcanzar orgasmos por medio del coito y por medio de la masturbación. Beneficios del orgasmo.
Entre los beneficios se puede mencionar que es el mejor anti estrés, analgésico y antidepresivo. El orgasmo estimula en las mujeres una hormona capaz de rejuvenecer su aspecto. De igual manera ayuda a nutrir la piel y oxigenar más el cuerpo. Se han realizado estudios en diversas partes del mundo que han propuesto la hipótesis de que las hormonas liberadas durante la excitación y el orgasmo, especialmente la oxitocina y la DHEA (dihidroepiandrosterona), también puede tener efectos protectores contra el cáncer y las enfermedades cardiacas, tanto en hombres como en mujeres.
Cuando no se logra, se refiere a la patología que es definida como Disfunción Orgásmica tipo II, orgasmo femenino inhibido: la mujer se queja de la incapacidad para obtener el orgasmo, luego de haber tenido un periodo operativo de actividad sexual. Ocurre en el auto ejercicio de la función sexual y en el ejercicio de la función sexual.
Que lo impide.
Factores sociológicos, ansiedad, estrés, depresión, abuso sexual o maltrato de la pareja.
Factores biológicos, trastornos neurológicos, esclerosis múltiple, epilepsia, lesiones de la medula espinal.
Trastornos cardiovasculares, hipertensión.
Trastornos endocrinos, diabetes, hepatitis, enfermedades renales.
Enfermedades degenerativas: cáncer
Trastornos de la evacuación: vejiga hiperactiva o la incontinencia urinaria por estrés.
El orgasmo simultaneo no es frecuente, ni en las nuevas parejas ni en las pareja que tienen más tiempo. La recomendación es no creer, ni proponerse que en cada encuentro con la pareja se va a tener como meta llegar a un orgasmo simultaneo ya que puede generar angustia dejando como consecuencia que uno delos miembros de la pareja no alcance el orgasmo. Lo importante es que cada uno disfrute de las caricias, besos, estimulaciones y sobre todo estar dispuestos a compartir con la pareja un abanico de sensualidad y erotismo.
